Aquí van mis credenciales. A mi modo de ver creo que tengo capacidad suficiente como para poder ejercer las labores de alcalde, pero lo dejo a juicio de los posibles comentarios.
En primer lugar, soy vecino de Las Rozas, cuestión importante aunque no parece que fundamental. Si mis informaciones no son incorrectas, el Sr. Bonifacio de Santiago no lo era cuando se presentó por primera vez. Pero, además de vivir en el municipio también trabajo en él. ¿A qué me dedico? Por un lado tengo un comercio en el centro de Las Rozas y, por otro, ejerzo como consultor independiente. Pero no siempre ha sido así. Antes trabajaba en Madrid como un buen número de ciudadanos de este municipio y he hecho uso intensivo tanto del transporte público como del particular así que los problemas de comunicación tanto urbanos como interurbanos me son bastante familiares.
Durante mi vida profesional he trabajado tanto para la empresa pública como privada. Lo primera me ha proporcionado una buena visión sobre cómo funcionan las administraciones públicas (concursos, adjudicaciones, auditorías...) y lo segundo el conocimiento de las motivaciones de la empresa privada a la hora de realizar inversiones, desarrollar iniciativas o colaborar con terceras partes.
He ocupado puestos de alta responsabilidad en grandes empresas, tanto españolas como extranjeras. He manejado presupuestos de varios cientos de millones de Euros y he gestionado equipos de varios cientos de personas, así que enfrentarme a una estructura como la del ayuntamiento de Las Rozas no me asusta en absoluto y no voy a decir que he lidiado toros más bravos, pero sí, al menos, similares.
De pronto un día, en esta vorágine que es la gran empresa, me encontré con que me agradecían los servicios prestados y decidí tomarme unos meses de tranquilidad para recuperarme de los 'streses' de varios años y de las muchas horas, demasiadas, pasadas en despachos y aviones. Sopesé la posibilidad de volver a este mundo o encontrar otras alternativas mejores y elegí esta segunda opción. De momento lo he conseguido y he encontrado un cierto equilibrio personal/profesional que me permite disfrutar de mi familia como antes no hacía, a pesar de que siempre tuve fama de ser un buen padre entre mis colegas.
La política no me es ajena. Siempre he pensado que no hay que quejarse si uno no está dispuesto a comprometerse. Nunca me he quejado de los políticos que tenemos porque creo que son los que nos merecemos. Nos gusta mucho criticar a los demás pero muy poco meternos en la faena así que, como yo quería quejarme con razón, hace tiempo que decidí hacer mis pinitos en este campo pero el diminutivo de 'pinitos' es muy representativo de que realmente hice poco y con escasos resultados.
En mi primera incursión en un foro se me ocurrió dejar abierto sobre si era de izquierdas o de derechas y jamás se me ocurrió que ese comentario fuese lo que iba a levantar más polémica. Bueno, si tengo que decantarme lo haré porque, en el fondo, no es nada que quiera esconder. Pues bien, efectivamente como alguien apuntaba derivo más hacia la izquierda que hacia la derecha. Sin embargo, siempre he creído tener los pies en el suelo y ser bastante realista en cuanto a lo que se puede perseguir y conseguir y lo que no es más allá que una utopía. El hombre siempre ha tenido utopías porque, de no ser así, de no haber intentado ir más allá, aún seguiríamos viviendo en la caverna. Así que sí, soy de izquierdas, pero consciente de que vivimos en una economía capitalista con todas sus ventajas e inconvenientes. ¿En qué se puede traducir esto en el plano municipal? Pues desde mi punto de vista en una mayor preocupación por las políticas sociales, de integración, de servicios públicos... Supone ello que pienso subir impuestos a diestro y siniestro? Para nada, como leía el otro día en una intervención de un forero, no parece que los servicios de los que disfrutamos en Las Rozas sean acordes con los impuestos que pagamos. Es decir, lo que sí que creo que se puede hacer es mejorar la forma en la que se gasta o invierte el dinero que pagamos y eso, no creo que sea ni de izquierdas ni de derechas. Me reafirmo en que en política municipal se puede, y se debe, gobernar para todos sean del color que sean.
22 octubre 2006
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