La Historia de mi Amigo

Publico aquí esta historia que ayer escribí en el Foro de Las Rozas...

Yo tenía un amigo (ese amigo que todo el mundo tiene) que harto de quejarse de los políticos decidió afiliarse a un partido para aportar su granito de arena y, al menos, quejarse con razón. Mi amigo no tenía experiencia en temas municipales así que buscó la forma de aportar sus años de experiencia en temas diversos en algún foro interno o comisión del partido. Ante la imposibilidad de encontrar ningún sitio donde hacerlo decidió apuntarse a una de las comisiones que se estaban formando para desarrollar el programa electoral con vistas a estas últimas elecciones municipales. Todavía quedaba más de un año y parecía el momento oportuno para hacerlo. Puestos a apuntarse, lo hizo a la de Economía donde, según su parecer, él podría tener mayor criterio.

La citada comisión de economía se terminó fusionando con la de tráfico, con la de urbanismo y con alguna más, pero mi amigo siguió pensando en que su opinión podría ser útil. La comisión fue anunciada en junio, pero no se pudo reunir hasta diciembre. Ya se sabe, el verano, San Miguel, la Hispanidad, etc. etc. etc. Demasiados eventos para, además, reunir a las comisiones.

Para la primera reunión le avisarón con escasas horas de anticipación por lo que no le fue posible asistir. Claro, ya se sabe, él era nuevo en el partido y el coordinador de la comisión no tenía su teléfono. Para la siguiente reunión tampoco le avisaron, no se sabe muy bien por qué, pero tampoco encontraron su número.

Despúes pasaron las semanas sin actividad aparente de la comisión. Ante sus preguntas de los motivos de esta inactividad le explicaron que habían estado muy ocupados con las alegaciones contra el PGOU. Mi amigo se extrañó porque no entendía por qué la comisión que entre sus apellidos tenía el de urbanismo no había participado en la preparación de esas alegaciones. Pero como él era nuevo no le dio más importancia.

Por fin le convocaron a la siguiente reunión que se limitó a una descripción de las alegaciones presentadas por parte del candidato. Claro, era un tema de relevancia a tratar así que no hubo tiempo para hablar de nada más.

En la siguiente reunión no hubo quorum, ya que, por no presentarse no lo hizo ni el candidato. Como fue antes del verano, ya puestos, se aplazó hasta después de las vacaciones.

A la siguiente reunión llegó un poco tarde y se encontró con que se estaba presentando un DVD con un montón de actuaciones en infraestructuras y se le ocurrió preguntar que quién había preparado aquello. La respuesta fue que era el trabajo de mucho tiempo de un montón de gente. Se extrañó porque aquello tenía que ver mucho con economía, con urbanismo y con tráfico... vamos ¡con la comisión a la que el pertenecía! pero él no sabía nada. Se le ocurrió hacer un paralelismo con los túneles de Gallardón que no sentó bien y, cuando se le ocurrió preguntar por qué no se abordaban otros temas más acuciantes como las aceras impracticables o el puente del Km 24 (citaba él como vecino de Las Matas), le contestaron que eso eran problemas de micropolítica municipal y que antes "había que acometer la ardua tarea de integrar Las Rozas". Mi amigo se calló.

Con cierto cabreo por la tomadura de pelo que había sido aquello volvió a casa y decidió comenzar a escribir un blog. El contenido del mismo no gustó en el partido y, a pesar de que no eran capaces de avisarle con tiempo para las reuniones, tardó menos de 24 horas en recibir una carta certificada en la que le comunicaban apertura de expediente disciplinario por "falta grave o muy grave". Mi amigo se cansó de todo aquell y se dio de baja del partido.

Mi amigo no quería ser candidato, no quería figurar en ninguna lista en ningún puesto, sólo quería comprometerse, pero le fue imposible. Mi amigo estaba dispuesto a pegar carteles, a recoger firmas, a hacer bulto en los mítines... pero además pensaba que podría aportar un poco de su experiencia personal y profesional. Mi amigo se confundió...

Por eso, mi amigo no está muy convencido de que los partidos sean la mejor forma de comprometerse con la política, al menos, no con la municipal.